1 de febrero de 2011

The Winter Is Endding...

Las guerras entre amigos no son como las que se ven diariamente en la televisión o en las películas. Transcurren día a día, sibilinamente, en las sombras.

Palabras llenas de odio y de dolor, envenenadas por el rencor de su dueño, vuelan de un bando a otro, haciéndonos recordar que la herida producida por un corte se cura, pero que las palabras perduran.

A veces se dicen cosas que sabemos que son falsas, pero que nuestro rival se va a tomar mucho peor que las de verdad.

Por fin, por un motivo o por otro, dejamos de lado nuestras diferencias, y todo vuelve a la calma... Pero una guerra nunca acaba, solo cambia. Y nos damos cuenta de que es mejor coquistarse a uno mismo que ganar mil batallas.

El paisaje no es lo único que cambia con el tiempo, y algunas personas, aparentemente de hielo, encarnación del invierno, se derriten según avanzamos hacia la primavera...

Y así derrepente nos surge el padre de todos los problemas, el amor.

Pero por mucho que se quiera, la guerra nunca acaba mientras las armas sigan cargadas...

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