Parece sencillo, pero eso es porque no vemos lo que hay más allá de nuestros actos, todo estímulo tiene una respuesta, pero muchas veces no sabemos cuál puede ser...
¿Qué es lo que pasa cuando haces lo que más le conviene a una persona a la que quieres pero que no es lo que mejor te va a ti? Pues lo que pasa es que sufres, pero como lo haces por su bien aguantas.
Lo que no puedes soportar es cuando llega otra persona a cambiar los papeles y a convertirte a ti en el culpable, en el malo, y en el egoísta.
Lo siento mucho, no es así. No tengo la culpa de lo que le pase a la gente. No puedo evitar ocultar cosas a personas para no hacerles mal, y no por ello soy falso, al igual que tampoco traiciono a nadie al decirle a la gente que me importa lo que le afecta personalmente.
Seguramente la gente no entienda a lo que me refiero, pero me da igual. Me da igual que no me entiedas, no me importa que no me quieras escuchar porque has oido lo que he dicho y he dicho lo que has escuchado.
Alguien dijo una vez que da igual lo que los demás piensen de ti, para eso tenemos personalidad. Pero eso no se puede aplicar a tus seres queridos...
Sobre todo cuando ves que al elegir entre un juguete nuevo y un amigo, no solo prefieren al juguete, sino que traicionan al amigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario