A veces miramos al pasado y nos damos cuenta de todas aquellas tonterías que hemos hecho por amor, de todo ese tiempo que hemos perdido con la persona equivocada, y de todo lo que nos hemos perdido por estar con ella.
A veces dejamos volar nuestra imaginación, y nos damos cuenta de que aquello en lo que hemos creído durante tanto tiempo no era lo que realmente sentíamos, que solo era una forma de entretenernos, y de ocultar nuestros verdaderos sentimientos. Porque si de algo estoy seguro en esta vida es de que a nadie lo gusta admitir que no tenía razón... Y menos a sí mismo.
A veces lo único que tenemos que hacer es sentarnos, relajarnos, cerrar los ojos y escuchar nuestro corazón, porque así conseguiremos escuchar lo que realmente necesitamos, y no lo que queremos oír.
A veces nos equivocamos, pero lo que debemos pensar es lo que hemos conseguido, lo que hemos aprendido y nos hemos divertido, porque un mal día no nos debe hacer olvidar una buena semana, al igual que una almendra agria no nos hace tirar el resto.
A veces nos vamos a dar cuenta de que estamos con la persona equivocada, y de que hemos estado malgastando nuestro tiempo, pero no es así, porque todas las relaciones aportan cosas buenas a nuestras vidas, por muy mal que lo hallamos pasado, o por mucho que hallamos llorado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario