Voy a cerrar el libro, lo voy a arrojar al fuego y luego soplaré hasta que todas las cenizas desaparezcan.
La vida es un cuento, todos representamos un papel, pero hay que ir vestidos adecuadamente para él. Y si la vida es un cuento, y cada uno tiene una vida, cada uno tiene un cuento, unos personajes... Y poder para desterrarlos para siempre.
Así que el final se acerca, porque como no me gustan ni el papel ni el personaje, no voy a darles ninguna escena más.
Porque en esta vida hay que ir vestido del papel que se representa...
Y si el Diablo se viste de Prada, yo no soy pret à porter.
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