3 de abril de 2011

Everything Is Not What It Seems...

Cuando llega algo nuevo a nuestras vidas siempre nos parece bonito, más que cualquier otra cosa, tanto que nos olvidamos de lo que hay a nuestro alrededor, de lo que debemos hacer, e incluso de nuestros amigos.

Siempre que estrenamos algo nos centramos en ello, en qué momento es bueno usarlo, en las distintas formas en las que lo podemos hacer... No parece algo único, especial, e insustituible, y siempre es así.

Muchas veces somos nosotros mismos los que lo hacemos especial, porque el amor que le transferimos hace que ante nuestros ojos y ante los de los demás se vuelva mágico.

Otras veces simplemente ES especial, y todo el mundo puede dar constancia de ello.

Pero como en este mundo tiene que existir de todo, llegamos a esas cosas que no lo son.

 ¿Que no son qué? Te preguntarás. Pues que no son nada. Ni son mágicas, ni bonitas, ni agradables, ni divertidas, ni siquiera entretenidas. Solo son algo porque existen, pero son cosas invisibles. Tan insignificantes que no te da tiempo a olvidarte de ellas.

Son cosas que desde su inicio han pasado desapercibidas, que han vivido con ello, y que han aprendido a controlarlo a su voluntad; pero que por necesidad, por caridad, o simplemente por un hecho puntual hemos hecho que ante nuestros ojos parezcan bellas.

Y son estas, las del tercer grupo, las que no nos queremos encontrar en nuestra vida, pero que siempre nos vamos a tropezar...

Porque como ya sabes, la vida es un cuento,
y las manzanas envenenadas nunca te van a faltar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario