Dicen que toda reacción provoca una reacción opuesta equivalente, y que cuando algo se pone en marcha se crea una inercia...
Así que en la situación de que no te guste la verdad, no nos queda más remedio que cambiarla y esperar a que no halla consecuencias.
Consecuencias como que alguien siga el juego, pero no de la manera en que se quería. O que descubran el farol y que halla que enseñar las cartas...
El peligro de descubrir un farol es que aunque ganes, corres el riesgo de que se levante de la mesa, y a nadie le gusta jugar solo.
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