¿Qué podemos hacer cuando algo que habíamos perdido en el olvido llega a nosotros con más fuerza que con la que le recodábamos?
No puede pedir que entiendas a de qué estoy hablando, pero puedo intentar explicarlo.
¿Alguna vez has conocido a alguien en quien has llegado a confiar tanto como para poder apostar una mano por él?
Yo sí, pero por desgracia, o por suerte, eres tú quien va a juzgar esta historia, corté con esa relación.
Cuando me presentaron a esa persona no le di mucha importancia, pero tiempo después, descubrí que tendría que verla diariamente.
Y así comenzó nuestra amistad, aumentando nuestra confianza día a día, hasta que nos hicimos íntimos amigos.
Y comienzan los problemas...
Esta persona de la que hablo comenzó a sentir algo por uno de los amigos que me la había presentado, y me convenció de que le ayudase a hacer que él sintiese lo mismo.
A mi amigo no le gustaba, y para evitar problemas comenzó a alejarse de ella, y como yo intenté que arreglasen la situación, también se alejó de mi.
Ese fue la primera despedida.
A uno de los otros dos amigos que me la presentaron le empezaron a molestar los comentarios de esta persona, y dejó de hablarle a ella primero, y luego a mi. El tercero no tardo en seguir a los otros dos.
Otra despedida.
Ya van tres veces que digo adiós.
Como nuestros antiguos amigos ya no estaban decidí presentarle a otros a los que conocía, y que uno tras otro se fueron marchando.
Our Revoir.
Good bye.
Ciao.
Y esta es la séptima despedida....
Mientras tanto mis compañeros también comenzaban a alejarse de mi, y también me dieron las espalda otras dos personas más.
Hasta que un día me despierto, y cuando miro a mi alrededor no veo a nadie... Y decido acabar con esa situación.
La mayoría de mis amigos volvieron, pero hubo nueve despedidas que quedarán grabadas a fuego en mi vida...
Y después de tanto tiempo comienzan a llegar las cartas del pasado, cuyo remitente es alguien ajeno a esta historia, y que no sabe lo que tiene que juzgar.
Porque la verdadera historia siempre ocurre en privado, y aunque la gente lo intente, eso nuca va a cambiar
No hay comentarios:
Publicar un comentario